El Castillo de Jévar (o Xebar) se trata de una fortaleza Bajo Medieval que formaba parte, junto con el Castillo de Cauche y el Castillo de Aznalmara, del aparato defensivo de Antequera (MadinaAntaqira). Uno de los hechos más importantes que acaecen en el Castillo de Jévar nos lo cuenta Juan II de Castilla en su crónica. A través de ésta, nos narra la toma del Castillo de Jévar, junto con los castillos de Cauche y Aznalmara. Tras haber tomado la villa y castillo de Antequera, se dirigieron a tomar los tres castillos que conformaban el aparato defensivo de la ciudad: Aznalmara, Cauche y Xebar. La conquista de estos castillos comenzó el 27 de septiembre de 1410, siendo Aznalmara el primero en rendir pleitesía a los cristianos, seguido de Cauche y tras esto se dirigieron a Xebar, donde participaron el Conde de Niebla, el Arzobispo de Santiago y el comendador mayor. A diferencia de los anteriores castillos, en el caso de Xebar tuvo lugar una batalla de varios días en la que los asediados defendieron el castillo, hiriendo a muchos de los cristianos, aunque fueron más las bajas por parte de los moros, que según el documento fueron unos catorce, y los supervivientes se refugiaron en la Torre del Homenaje para después pedir pleitesía. Finalmente, quedó Pedro Sánchez de Escobar como alcaide de Xebar.
Sin embargo, debido a la importancia que el castillo tenía, ya no solo por la fortaleza de sus edificios, sino también por su situación estratégica, se vivió en los meses siguientes una constante situación de posible enfrentamiento entre el Reino de Castilla y el Reino de Granada, por lo que se firmó una tregua entre la reina doña Catalina y el rey Yuçaf y su hermano Alí que se llevaría a cabo el 10 de noviembre de 1410. Pero esta tregua no llegó a efectuarse, ya que el castillo fue asediado el 6 de noviembre por los cristianos, pero los granadinos lo recuperan al poco tiempo. El 7 de noviembre, Rodrigo de Narváez conquista de nuevo el castillo y reconstruye algunas partes del castillo que estaban deterioradas, concretamente las esquinas de éste. Desde este momento Jévar se convierte en enclave fronterizo vinculado militarmente al alcaide antequerano, y cuando finaliza la guerra de Granada el castillo pierde todo su valor militar y comienza el período de deterioro y ruina que llega a nuestros días.
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