Una prospección arqueológica realizada por la AEAC en 2013 ha localizado cerámica andalusí en el entorno de la atalaya, demostrando su origen en esta época.
Sus conexiones visuales la ligan con la zona de Calatalifa-Madrid y debió pertenecer al sistema defensivo avanzado de esas ciudades, controlando la zona de la presierra del Guadarrama.
Esta torre presenta interesantes paralelismos formales con la de la Torrecilla, en Hoyo de Manzanares, también asociada a cerámica andalusí. Ambas debieron cumplir una misión semejante en el control de los pasos secundarios de la sierra, con funciones militares y económicas.
Tras la creación del Real de Manzanares la trorre quedó en el límite sur del mismo.
En algún momento, segurmente ya en época cristiana avanzada se construyó el cuerpo adosado rectangular coronado con almenas piramidales.
Hacia 1920 la torre estaba desmochada y caída en parte, como se ve en las fotografías publicadas en la investigación de la AEAC.
En 1929 o 1930 el propietario de la finca la reconstruyó con el aspecto actual, abriendo las ventanas (que no existían) y coronandola con un falso matacán.
En 2013 la Sección de Investigación de la AEAC comenzó un estudio específico de esta torre (ver bibliografía)
Actualmente pertenece al Ayuntamiento de Torrelodones
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